Recordó que el 18 de marzo de 2014, se publicó la reforma a los artículos 7, 11 y 19 de la Ley General de Infraestructura Física Educativa, en donde se señaló que “se garantizará la existencia de bebederos suficientes y con suministro continuo de agua potable en cada inmueble de uso escolar conforme a los lineamientos que emita la Secretaría de Salud en coordinación con la SEP”.
Aclaró Corichi García que fueron aprobados y publicados en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el viernes 11 de septiembre, cuando debieron haberse emitido antes.
“Es claro que los plazos ya han vencido y deberíamos ver avances acerca de este rubro; desgraciadamente en el Informe de Gobierno de este año no aparece ninguna información acerca de la instalación de estos bebederos”, agregó.
La diputada expresó que la meta sexenal es de 40 mil bebederos en escuelas públicas, pero de acuerdo con datos de la SEP sólo se registra 6.68 por ciento de avance, y hasta ahora, de 40 mil planteles educativos previstos en la meta sexenal, únicamente se han instalado dos mil 675 bebederos: mil 175 durante 2014 y en lo que va del año, mil 500.
Ello, a pesar de que en México el sobrepeso y la obesidad representan uno de los mayores problemas de salud pública, ya que 39.05 por ciento de la población tiene sobrepeso y 32.15 por ciento obesidad, incrementándose substancialmente el riesgo de sufrir enfermedades como diabetes y cáncer.
Además, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012, los niños en edad escolar (ambos sexos), de 5 a 11 años, presentaron una prevalencia nacional combinada de sobrepeso y obesidad en 2012 de 34.4 por ciento, 19.8 para sobrepeso y 14.6 para obesidad, mientras que en los adultos la prevalencia combinada es de 73 por ciento para mujeres y 69.4 por ciento hombres.
Estos problemas de salud pública, añadió, tienen como una causa central el consumo de refrescos, ya que México es el principal consumidor de estas bebidas en el mundo. Se consume un promedio de 163 litros de refresco por persona por año, 40 por ciento mayor que el consumo de un estadounidense promedio (118 litros).
Claudia Corichi puntualizó que acorde con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2010, el gasto de las familias mexicanas en bebidas no alcohólicas (incluyendo a los refrescos) representó 5.7 por ciento del gasto en alimentos y bebidas. Los hogares mexicanos destinaron la misma cantidad de dinero en refrescos que en carne de res y ternera.
Refirió que en un comparativo de ventas al menudeo anuales per cápita de alimentos y bebidas ultraprocesados en 80 países, México encabeza la lista de los países de América Latina con 212.2 kilogramos por persona.
La dieta de los mexicanos desde hace 70 años, sostuvo, ha consistido en una ingesta superior a las mil calorías, lo que infiere un exceso de energía durante casi 40 años, por lo que el punto realmente importante no es el consumo de un producto, sino la dieta en cada persona y la educación alimenticia que recibe.
