Y para esta fabricación los “expertos” no dudan ni van a dudar en recurrir a descalificaciones sin sustento de la investigación de la PGR, a sembrar dudas para alimentar mitos y en falsear los hechos.
La aseveración central de que la incineración de los cadáveres no pudo ser posible de inmediato fue refutada por el verdadero experto en la materia, el doctor John DeHaan: “He leído algunos de los reportes sobre este horrible caso y me decepciona saber la especulación y mala información que ha sido ofrecida como ‘conclusiones de expertos’ (…) sí, sí es posible reducir 40 cuerpos adultos a fragmentos y bultos frágiles” (El Universal, “Quema en Cocula sí es posible: científico citado por la Comisión”, 7 de septiembre de 2015).
El objetivo de GIEI es el mismo del Presidente de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza: culpar con falsedad al gobierno de Peña para causarle el máximo daño posible y así facilitar las aspiraciones presidenciales de Andrés Manuel López Obrador.
Álvarez Icaza comparte el mismo proyecto político de AMLO para hacer de México un país socialista como Venezuela o Cuba y siempre lo ha compartido. Por eso AMLO lo hizo ombudsman del DF, lo reeligió en el cargo y lo apoyó cuando aspiraba a presidir la CNDH. Álvarez Icaza probó su lealtad a AMLO cuando en 2006 se negó a condenar el bloqueo de avenidas que el tabasqueño impuso en violación de los derechos humanos de los capitalinos.
Lo que al final importa, Presidente Peña, es como actuará usted: si se mantendrá firme en clarificar los hechos o cederá a la presión y hará de los militares chivos expiatorios por crímenes que no cometieron. En el segundo caso, eso de nada le servirá, porque ir contra ustedes lo más conveniente para AMLO, Álvarez y secuaces.