No se entenderían los cambios, sin una intención de alta política.
En los hechos el presidente Enrique Peña Nieto abrió su intención de renovar la baraja presidencial desde la designación de Manlio Fabio Beltrones en el PRI.
Al colocar al sonorense en la cúpula del partido en el poder, regresó a los dos abiertos contendientes hasta ese momento –el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y al de Hacienda, Luis Videgaray- al punto de partida.
La llegada de Beltrones era un aviso claro a la clase política toda de parte de Peña Nieto, de que no había ya ni delfines presidenciales ni preferidos en la carrera de la sucesión del 2018.
Ayer, al realizar otros 10 cambios de titulares de dependencias y colocar a algunos de ellos en secretarías o con gran conflictividad o con gran alcance, es obvio que pretende medirlos en su capacidad de desarrollo.
Lo que es por demás obvio, es que el presidente Peña Nieto se mete de lleno en los preparativos de su sucesión.
Sólo así se entiende la llegara de José Antonio Meade Kuribreña a Sedesol, una secretaría creada por Carlos Salinas para construir candidaturas presidenciales, la primera fue la de Luis Donaldo Colosio. Desde entonces cada uno delos que llega a esa dependencia automáticamente se coloca como un prospecto. Así ocurre también en las réplicas de Sedesol en los estados. De ahí es de donde sale el mayor número de los candidatos a gobernador.
Hoy sin duda Meade es colocado ahí para medir su desempeño como precandidato presidencial. Hasta ayer ese cargo lo ocupaba Rosario Robles porque, por su calidad de expresidenta del PRD, ni aplicaba como precandidata presidencial. Y ahí la mantuvo Peña Nieto contra viento y marea por eso mismo, porque removerla abriría automáticamente –como ocurre hoy-, la posibilidad de que el nuevo titular se ubique como aspirante a la presidencial del 2018.
Otro que entre en ese mismo juego, es Aurelio Nuño a quien el presidente Peña Nieto saca del confort y la oscuridad de la todopoderosa oficina de la presidencia para colocarlo en el haz de los reflectores mediáticos y públicos.
Desde la Secretaría de Educación Pública Nuño Mayer no sólo va tener que hacerse cargo de la reforma más importante del régimen en curso, sino que va a tener que mostrar sus habilidades de negociación y de conducción de la conflictiva magisterial, especialmente con la CNTE.
Ël será el encargado de llevar a su aplicación la reforma educativa, la más importante del gobierno según lo ha dicho el propio presidente Enrique Peña Nieto.
Esta fue la primera reforma que Peña pactó con la oposición dentro el Pacto por México y es la que más ha enfrentado resistencias de parte de la llamada CNTE.
De cumplir bien el encargo, Aurelio Nuño se colocará como otro precandidato presidencial.
Sin duda esta misma circunstancia pasa por el nombramiento de Claudia Ruiz Massieu Salinas como nueva secretaria de Relaciones Exteriores, un enclave por el cual el presidente Peña Nieto ha batallado desde que llegó a la Presidencia.
En este caso se da un hecho: Ruiz Massieu había cumplido con excelencia como titular de Turismo, un sector que era casi el único que todos los años arrojaba un superávit.
El resto de los nombramientos son de apoyo. Rosario Robles sustituye en la Sedatu a un muy cansado Jesús Murillo Karam como ocurre con Nuño y Chuayffet. Todos sabían desde hace tiempo que Chauyffet pasa por un deterioro fuerte por su diabetes y otros males, lo que lo obligaba a despachar a medias en la SEP:
En lo que corresponde al exgobernador José Eduardo Calzada Rovirosa su designación como sustituto de Enrique Martínez y Martínez surge de dos hechos: el presidente Peña Nieto quería premiar el buen trabajo de Calzada como Gobernador de Querétaro y por el otro lado resolver una vieja animadversión entre el coahuilense y el titular de Hacienda, Luis Videgaray.
Esta malquerencia entre ambos estaba ya afectando las tareas de la secretaría de Agricultura porque Videgaray paraba los recursos que Martínez y Martínez necesitaba para enfrentar programas y compromisos.
Enrique de la Madrid Cordero, hijo del expresidente De la Madrid, y nuevo titular de Turismo, es otro de los funcionarios que se ganaron el ascenso con buenas decisiones.
Su paso por Bancomext se había ganado reconocimientos y buenos comentarios de parte del difícil sector privado y de emprendedores.
Rafael Pacchiano, nuevo titular de Medio Ambiente y Recursos Naturales cubre una vacante que ya no quisieron llenar los del Verde Ecologista. El anterior titular del ramo, Juan José Guerra Abud –antiguo jefe de Peña Nieto-, será enviado a cubrir una plaza de envidia, pues ahora despachará con un importante sueldo en euros, desde el hermoso palacete florentino del embajador de México en Italia
Francisco Guzmán, sube a la Jefatura de la Oficina de la Presidencia, con lo cual se convierte en quizá el personaje más cercano a Enrique Peña Nieto.
Renato Sales, designado nuevo comisionado de Seguridad, cierra por fin el capítulo de la despedida de Monte Alejandro Rubido quien se esperaba que saliera desde que se fugó Joaquín Guzmán, El Chapo.
Y el exgobernador chihuahuense José Reyes Baeza, quien estaba en el Fovissste, pasa a ocupar la dirección del ISSSTE que dejó vacante al morir Sebastián Lerdo de Tejada.
Este nombramiento tiene también un matiz político, ya que de todos es sabido que existe una pésima relación de Reyes Baeza con su sucesor en el estado, con el muy cuestionado gobernador César Duarte quien es hoy investigado por la PGR por un posible fraude y conflicto de interés al ser accionista del Banco Unión.
El nombramiento hecho por Peña Nieto en favor de Reyes Baeza es sin duda un revés a César Duarte, sobre todo en los previos de su sucesión en el estado, pues el exgobernador Baeza encabeza a un grupo político opositor a Duarte Jáquez.
El nuevo cargo le dará a Baeza un foro de acción muy importante para meterse de lleno a la sucesión en su estado.
Los únicos que se salvaron del desmoche, fueron Miguel Ángel Osorio Chong, titular de Gobernación; Luis Videgaray, secretario de Hacienda; General Salvador Cienfuegos, titular de la Defensa Nacional; Almirante Vidal Francisco Soberón, secretario de Marina; Ildefonso Guajardo, secretario de Economía y Gerardo Ruiz Esparza, titular de Comunicaciones y Transportes.
Los cambios y enroques fueron anunciados la tarde de ayer como una acción “para dar un renovado impulso” a su administración.
Reacio a remodelar su equipo, Peña Nieto causó sorpresa desde días anteriores al filtrarse a través conductores como Joaquín López Dóriga los cambios que venían.
Esto constituyó un viejo y probado método por el cual el presidente de la República en turno recibe comentarios previos respecto de los nombres de quienes piensa remover o nombrar.
