Ante senadores del PRI, Videgaray calculó el precio del petróleo en cerca a los 50 dólares por barril, toda vez que el gobierno federal logró adelantar la negociación de las coberturas petroleras, en 49 dólares.
Anunció también que prevén una producción promedio de crudo de 2.4 millones de barriles de crudo diario.
En su participación en la Séptima Reunión Plenaria de los senadores del PRI y el PVEM, Videgaray agregó que la estimación del tipo de cambio será con base en la evolución que ha tenido el peso frente al dólar, cuya depreciación ha sido considerable en los últimos días, aunque “hoy se está apreciando una relativa apreciación del peso mexicano al mayoreo y estamos otra vez por debajo de los 16.80 pesos”.
El responsable de las finanzas del país dedicó una parte importante de su discurso para sostener que pese a la depreciación del peso, la economía ha crecido y los efectos del encarecimiento del dólar no se reflejan en otras variables económicas.
Expuso que incluso “un colega sudamericano, ministro de un país hermano de Latinoamérica” le preguntó por qué en México causa tanta preocupación cada vez que la moneda se deprecia, ya que significa mayor exportación de mercancías y mayor turismo.
Videgaray recalcó ante los legisladores que esa preocupación se debe a que en las ocho ocasiones en que el peso se devaluó, se tradujo en fuertes crisis. Ello no ocurre más, desde 1994 en que se estableció un tipo de cambio libre y el valor del peso mexicano ya no lo determina el gobierno federal.
Agregó que la diferencia más importante frente a lo que sucedió en 1982 o 1994, es que el tipo de cambio es un mecanismo de absorción de choques que pasan en los mercados financieros internacionales, que sólo se reflejan en el valor de la moneda y no en otras variables importantes para la economía.
El secretario de Hacienda pidió a los legisladores de su partido y de su aliado el Verde reflexionar, en el sentido de que pese a la depreciación del peso frente al dólar, “tenemos la inserción más baja de la que se tiene registro en los últimos cinco años, está creciendo el empleo, bajando el desempleo, y crece también el consumo de las familias mexicanas, debido que hay un sistema de tipo de cambio libre”.
El funcionario sostuvo que esa depreciación del peso frente al dólar implica buenas noticias para algunos y malas para otros. En el primer caso para las exportaciones del sector manufacturero y las remesas que se reciben de Estados Unidos.
Sin embargo, agregó, los importadores de bienes de consumo y una serie de industrias enfrentan problemas por el encarecimiento del dólar.
Dijo también que las intervenciones que lleva a cabo el Banco de México en las últimas semanas, en la que se han utilizado las reservas para apuntalar al peso, no tienen la intención de fijar un nivel particular de la moneda frente a la divisa extranjera ya que eso lo determina la oferta y la demanda. “Lo que queremos es evitar un problema de desorden por la falta de liquidez, ya que cuando esto se presenta en un mercado, puede presentarse que algunas personas muevan de manera abrupta el valor de un activo”.
Expuso también que tanto la dependencia a su cargo, como el Banco de México, consideran importante evitar que la depreciación cambiaria llegue hasta el punto de contagiar los precios en la economía, lo que hasta ahora no se ha visto.
Por otra parte, precisó que en el presupuesto de 2016, que en breve hará llegar al Congreso el presidente Enrique Peña Nieto, se mantiene también incrementar el déficit fiscal, que continuará disminuyendo como lo ha hecho desde 2013.