Después de inaugurar el Segundo Foro Internacional de Tributación Digital 2015, el funcionario confió en que para 2016 la situación se mantenga, es decir, no baje la recaudación pese al difícil entorno económico mundial.
“No obstante que el crecimiento no ha sido conforme a lo esperado, traemos poco más de 20 por ciento en el caso de la recaudación tributaria. Eso representa 247 mil millones de pesos más de lo que se había programado en la propia Ley de Ingresos de la Federación al mes de julio de 2015. Eso, hay que reconocerlo, es porque los contribuyentes mexicanos están pagando sus impuestos y están permitiendo aminorar la caída de los ingresos petroleros. Afortunadamente los contribuyentes están dando la cara por México”, dijo Núñez Sánchez.
Al preguntarle sobre las modificaciones fiscales que podrían aplicarse el año entrante para apoyar a la planta productiva del país, el funcionario dijo que todavía se encuentra en análisis como parte del paquete económico que se presentará al Congreso de la Unión a más tardar el próximo 8 de septiembre.
Sin negar que se busque aplicar apoyos o estímulos fiscales, el jefe del SAT señaló que en caso de llegarse a proponer se haría sobre la base de mantener finanzas públicas sanas:
“Tenemos la premisa de cuidar las finanzas públicas ante un entorno económico mundial muy complicado y lo primero que tenemos que hacer es asegurar que los ingresos del país permitan mantener unas finanzas públicas sanas que no se pueda poner en riesgo la estabilidad macroeconómica y que tampoco afecte la economía de las familias. El ejercicio que se está haciendo es no afectar la fuente de ingresos del país porque eso afectaría la economía de las familias”.
Núñez Sánchez comentó que a partir de septiembre próximo el organismo a su cargo comenzará a intercambiar información sobre cuentas o inversiones de ciudadanos de Estados Unidos y México con el fin de determinar si han cumplido correctamente con el pago de los impuestos generados por rendimientos de esos recursos, que en el caso estadunidense sería a partir de 50 dólares anuales acumulados en promedio y desde 10 dólares en el caso de los mexicanos con inversiones o cuentas en aquel país.