De acuerdo a una presentación que dio ante la Cámara Mexicana de Comercio en Chicago, difundida por internet, Sánchez indicó que los riesgos en torno a una eventual aceleración de la inflación mexicana deben ser vigilados, especialmente si se presentan efectos de segunda ronda en la formación de precios.
El peso se ha debilitado en los últimos 12 meses más de un 23 por ciento frente al dólar.
Las empresas mexicanas han advertido que podrían tener que comenzar a subir sus precios en caso de persistir la aguda depreciación del peso, elevando la presión para que el Banco de México eleve sus tasas de interés pese a la debilidad de la economía.
Las autoridades financieras locales reforzaron la semana pasada su defensa de la castigada moneda, multiplicando el monto de dólares que venden diariamente al mercado después de que el peso registrara en días recientes una racha de mínimos históricos.