En algunas regiones del país para destacar el colmo de la mala suerte acuden al dicho de: “éramos muchos… y parió la abuela”.
Es decir, de quien menos se esperaba, sobrevino el golpe.
Así está hoy el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto con el informe anual presentado apenas ayer por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, el Coneval.
Con los impactos mediáticos de los recortes y reajustes presupuestales derivados de la caída de los precios internacionales del petróleo, en medio de un alza tan inexplicable como incontrolada del dólar frente al peso, con el embate por lo de la fuga de El Chapo y el supuesto fracaso de la primera ronda de asignaciones de campos petroleros a la iniciativa privada lo que menos necesitaba hoy el Gobierno era el anuncio de que, en lugar de bajar, aumentó la pobreza en México.
Directo y a la cabeza de la credibilidad del régimen fue el informe del Coneval que indica que, entre 2012 (el último año de Felipe Calderón) y 2014 se hubo un incremento de la población en pobreza, aunque hubo una reducción en los índices de la pobreza extrema.
Resulta pues que no obstante los anunciados cambios y reorientaciones en los programas sociales del régimen, en esos dos años se pasó de 53.3 millones de pobres a 55.3 millones de personas entre 2012 y 2014.
El dato le ha de haber caído a la secretaria de Desarrollo Social, la experredista Rosario Robles, como un yunque de 20 toneladas sobre los hombros.
Haya sido como haya sido, ahora hay 2 millones de mexicanos más en pobreza.
Frente a esta realidad, la acotación de Coneval respecto de que en ese mismo periodo se redujo la población en pobreza extrema, al pasar de 11.5 a 11.4 millones de personas, fue como una burla.
El hecho es contundente, inalterable: pese a todo lo hecho, a los miles de millones de pesos gastados, hoy hay dos millones más de pobres… ¡y apenas 100 mil mexicanos menos en la pobreza extrema!.
En términos porcentuales todo lo anterior significa que la población en situación de pobreza aumentó de 45.5 a 46.2 por ciento del total de la población del país, en tanto que la que está en pobreza extrema se redujo de 9.8 a 9.5 por ciento.
En su informe titulado “Resultados de pobreza en México 2014″, el Coneval señala que en la medición por estado, se encontró que en 24 de los 32 que existen en la República, bajó el porcentaje de población en pobreza o pobreza extrema, mientras que en 8 subió.
Como causas de eso expone la reducción del ingreso por hogar.
Y es que, conforme a los datos de INEGI, el ingreso promedio trimestral por hogar bajó en términos reales un 3.5 % entre 2012 y 2014.
O sea, no sólo aumentó el número de pobres, sino que al parejo decayó el ingreso de los mexicanos.
Pese a todo, Coneval informa que entre 2012 y 2014, las carencias promedio de la población en situación de pobreza se redujo de 2.4 a 2.3, mientras que las carencias promedio de la pobreza extrema bajaron de 3.7 a 3.6, es decir apenas una décima.
El informe explica que estas carencias sociales bajaron debido al acceso a los sistemas educativos y a los servicios de salud, acceso a seguridad social y a espacios de vivienda. La carencia por calidad y espacios de la vivienda se mantuvo en el mismo nivel mientras la carencia por acceso a la alimentación subió un punto porcentual.
Coneval indica que aquellos mexicanos que tienen al menos una carencia y un ingreso igual o superior a la línea de bienestar, bajó de 33.5 a 31.5 millones de personas (de 28.6% a 26.3%).
En el caso de la población vulnerable por ingreso, es decir quienes no tienen carencias sociales pero sí un ingreso inferior a la línea de bienestar, subió de 7.2 a 8.5 millones de personas (de 6.2% a 7.1%).
En cuanto a población rural en pobreza, el informe indica que bajó de 61.6% a 61.1%, en tanto que la urbana subió de 40.6% a 41.7%.
ACOTACIONES
Con el golpe dado directamente a su responsabilidad, Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social emitió ayer un comunicado en el que intenta explicar por qué en lugar de disminuir la pobreza en México, aumenta.
Como dicta la civilidad, inicia su alegato con un reconocimiento al trabajo de Coneval.
“Recibimos esta medición con todo respeto y con la importancia que tiene porque —como el propio Coneval ha señalado— su objetivo es generar procesos de mejora continua que para el Gobierno de la República son indispensables”.
Pero inmediatamente después indica que “con una adecuada focalización (evidentemente del informe de Coneval, se puede concluir que) se ha reducido la pobreza… extrema”.
Y luego se enreda en una serie de explicaciones técnicas que al final no modifican el hecho de que hoy hay más pobres en México.
Y en un intento por disminuir el impacto adverso de las cifras y los porcentajes del informe de Coneval, indica:
“Es importante destacar que para el primer trimestre de 2015, de acuerdo al propio Coneval, hay mejores perspectivas, a pesar del entorno internacional adverso. El Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza presenta el mayor descenso en 4 años y medio (es decir, un mayor porcentaje de personas pueden adquirir sus alimentos con su ingreso laboral), en gran medida por la disminución en los costos de la luz, de la telefonía, la eliminación del incremento mensual del precio de las gasolinas, etc.
“Coincide también con la mejoría de diversos indicadores económicos, como el aumento de la inversión privada, en el consumo de las familias y en la generación de empleos, cuyo crecimiento durante el primer semestre de este año es el mayor observado en 10 años”.
Pese a todo, el golpe está dado. En el momento más inoportuno.
RIESGOS
Joel Juárez Blanco y Roberto Rivera Mier, dirigentes de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada consideraron que la operación de empresas de seguridad privada irregulares, en las que prevalecen los bajos salarios, la alta rotación de su personal y la falta de capacitación, representa hoy una gran amenaza en México.
Dentro del Primer Foro de Seguridad Privada para Hoteles de la Ciudad de México, organizado por la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, ambos indicaron que en México existen aproximadamente 6 mil empresas de seguridad privada, de las cuales sólo 3 mil 446 cuentan con permiso y sólo un tercio tienen autorización federal. El resto opera sólo con permisos estatales o municipales.
“Contamos con miles de ofertas, tenemos un mercado abaratado, con precios muy bajos, lo cual crea un fenómeno que va en detrimento de la seguridad”, indicaron.
Señalaron que AMEPS, viene promoviendo la aprobación de la nueva Ley Federal de Seguridad, la cual contempla la regularización de las empresas de Seguridad Privada en el país, así como la creación de la Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad Privada y la profesionalización del gremio.
Rivera Mier, quien es también Director de Relaciones Institucionales de ADT- del Grupo TYCO- se refirió a la sobrerregulación y falta de homologación que existe actualmente en México, la cual es motivo también de que haya muchas empresas de este gremio en la irregularidad.
Así mismo señaló que el motivo por el cual se contrata una empresa de seguridad privada, es para disminuir el riesgo, lo cual resulta paradójico, pues al contratar una empresa irregular sucede todo lo contrario, el riesgo es inminentemente mayor. Todos los filtros que aplica la autoridad, entre los cuales están: antecedentes no penales, antecedentes policiales, al igual que los exámenes médicos, psicológicos y toxicológicos son literalmente hechos a un lado al contratar una empresa irregular.
Dijo que un estudio reciente reveló que existen 114 distintos requisitos tanto federales, estatales y municipales para otorgar permisos a las empresas de seguridad privada.
Al respecto dijo: “no le decimos a la autoridad qué es lo que nos debe exigir, solo rogamos que existan acuerdos entre los reguladores del país, que se pongan de acuerdo y nos pidan lo mismo”, concluyó.