De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 19 de cada 100 hogares mexicanos existe un familiar con discapacidad, es decir, 6.6 por ciento de la población requiere dispositivos médicos especiales para tener una vida plena.
En un punto de acuerdo, presentado ante la Comisión Permanente, Córdova Díaz sostuvo que esta problemática debe ser analizada por la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la próxima LXIII Legislatura, para que asigne mayores fondos al sector salud, con el propósito de dotar de prótesis a los pacientes que lo requieran.
Hay que proporcionar mayores recursos económicos a las instituciones de salud y de investigación para que desarrollen nuevas y más funcionales prótesis auditivas, dentales, oculares, y de cadera, así como andaderas, bastones y sillas de ruedas, a fin de abaratar los costos y sean accesibles para las personas con discapacidad.
Refirió que las prótesis permiten aumentar las expectativas de vida al facilitar algunos movimientos del cuerpo, siendo los más frecuentes en las articulaciones de cadera y rodilla.
Las instituciones de salud en México, en particular aquellas especializadas en traumatología y ortopedia, tienen amplia experiencia en implantes articulares, destacando los de cadera y rodillas; pese a ello, “no cuentan con las suficientes prótesis para atender la demanda de quienes las necesitan”, advirtió.
Señaló que en México, desde la década de los cuarenta, la Clínica Primavera y el Grupo de Ferrocarriles Nacionales de México, impulsaron y patrocinaron la fundación de los primeros talleres en diseñar y fabricar prótesis.
Con el paso de los años, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través de la Facultad de Ingeniería, desarrolló la prótesis inteligente para brazo y mano, autoprogramable y con movimiento de las falanges de los dedos, la muñeca y el codo; funciona con señales dieléctricas y de voz, aplicación que ha beneficiado a muchas personas con prótesis, subrayó.
Desde el 2011, continuó, el Poder Legislativo aprobó la Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad, reglamentaria del artículo 4 constitucional, en donde se estableció que el Estado debe promover, proteger y asegurar los derechos humanos y libertades fundamentales de toda persona con discapacidad y buscar su incorporación a una vida social, plena y productiva.
“Muchas personas, con algún tipo de discapacidad, requieren de prótesis para poder conseguir su bienestar físico. Lo reconoce el artículo 174 de la Ley General de Salud, a fin de garantizar su atención integral, incluyendo la adaptación de las prótesis, órtesis y ayudas funcionales que requieran”, señaló.
Es decir, son dispositivos destinados a sustituir o complementar una función, un órgano o un tejido del cuerpo humano, “una extensión artificial que reemplaza una parte del cuerpo que falta y aporta un suplemento” y típicamente se utilizan para reemplazar partes perdidas del organismo, ocasionadas por heridas (traumáticas), o que faltan de nacimiento (congénitas).
El priista resaltó que toda persona con discapacidad que necesite una prótesis debe ser atendida, ya que esta población enfrenta mayores retos en su entorno físico, mermando así su propio desarrollo y su convivencia social.
