Peña Nieto y su déjà vu

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Peña Nieto
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Quienes lo conocen, insisten en enviar a quienes no lo conocen a analizar lo que hizo en el Estado de México durante la segunda parte de su mandato.

Porque para quienes lo conocen -si bien no se puede hablar de una reproducción exacta de acciones y decisiones-, lo hecho por el entonces Gobernador mexiquense comienza a parecerse mucho a lo que hace hoy el presidente Enrique Peña Nieto.

Si es así, estaríamos ante una guía práctica de su agenda y acción de Gobierno.

Y esa guía nos estaría indicando que ahora todo su esfuerzo y decisión se centrarán en consolidar sus proyectos y a cumplir con sus compromisos…y a intentar trascender quizá como el mejor –o uno de los mejores-, mandatario de la historia del país. Ya sé… no espero aplausos, pido esperar a ver el final de su mandato.

En el Estado de México, hacia la mitad de su administración, Peña Nieto no sólo logró superar las consecuencias de una gestión anterior con graves fallas financieras que lo dejaron frente una deuda casi impagable, sino que aceleró su posicionamiento como aspirante a la Presidencia de la República.

Habría que recordar hoy que Peña Nieto comenzó a aparecer en los procesos electorales de todo el país impulsando con su imagen de político joven, ordenado, a los candidatos de su partido a todos los cargos de elección del tricolor.

Al hacerlo aprovechó perfectamente el espacio que le daba la existencia de un presidente de la República de origen panista, para así convertirse en automático en el eje del poder priísta.

Con su asistencia a eventos electorales en el resto del país se autocolocaba como el fiel de la balanza que siempre había existido en el PRI.

Mucho se habló entonces de la existencia de un equipo experimentado de operadores electorales comandados por el propio Peña Nieto, cuyos miembros llegaban a los procesos locales armados no sólo con el conocimiento de la operación electoral, sino con recursos financieros frescos y suficientes para apoyarlos. Que yo recuerde nunca se probó tal cosa, pero quedó como leyenda efectiva entre los políticos.

La fama de Peña Nieto creció. Y se convirtió dentro de las filas y fuera del PRI en el líder natural del tricolor. Para una parte importante de los ciudadanos comenzó a ser el candidato efectivo.

EL ANTECEDENTE

Cuando Peña llegó a la gubernatura del Estado de México en septiembre de 2005 aquello era no sólo un desastre económico, sino sobre todo político. El caos dejado por Arturo Montiel y sus frustradas aspiraciones a la Presidencia  se reflejaron en los comicios estatales de inicios de 2006.

Entonces de 125 alcaldías el PRI quedó con 55 (las más pequeñas y rurales), el PAN con 27 (las más habitadas e importantes presupuestalmente) y el PRD se levantó 36 (las más populosas del oriente de la capital).

El Congreso local quedó con 19 para el PRI, 9 para el PAN y 17 para el PRD. En San Lázaro el tricolor logró apenas 7 diputaciones, el PAN sumó 12 y el PRD se llevó 21.

En ese momento Peña Nieto era un gobernador de membrete.

Tres años después, en las elecciones intermedias de 2009, los resultados fueron muy distintos:

El PRI obtuvo 97 alcaldías (recuperó las más importantes que le habían quitado PAN y PRD), el PAN bajó a 13 y el PRD disminuyó de 36 a sólo 9.

En el Congreso estatal el tricolor pasó de 19 a 40, el PAN bajó de 9 a 2 y el PRD  pasó de 17 a sólo 3.

En San Lázaro el desastre opositor fue mayor: mientras el PRI pasó  de 7 a 38, el PAN bajó de 12 a 2 y el PRD que tenía 21 diputados se quedó con 0.

¿Por qué quienes critican sistemáticamente y lanzan pronósticos devastadores no hablan de esto?

Los hechos están ahí. Son estadística probada. Y ese es sin duda Enrique Peña Nieto.

ACELERAR EL PASO

Hacia el final de su mandato mexiquense y el inicio de la campaña hacia la Presidencia de la República, los ataques de la oposición se centraron en si Peña había cumplido o no con los 608 compromisos de campaña contraídos y firmados ante Notario Público.

La estrategia resultó un  bumerang especialmente contra el PAN, pues le dio la oportunidad a Peña de demostrar que sí cumplió… al menos en casi su totalidad.

Hacia fines de junio pasado, una vez concluidas las elecciones intermedias donde su partido no quedó tan mal pues junto con sus aliados obtuvo una mayoría holgada en San Lázaro; donde alcanzó 5 de 9 gubernaturas y la mayoría de las alcaldías y diputaciones locales en 17 procesos estatales, Peña Nieto convocó a un encuentro con su gabinete.

Ahí el mandatario les pidió acelerar la ejecución de las reformas estructurales en el segundo semestre de este año.

Y los convocó a redoblar esfuerzos y concentrarse en las acciones que permitan dar cumplimiento a los cinco grandes objetivos de su Gobierno en 2015.

¿Cuáles?

Preservar la estabilidad macroeconómica a través de una férrea disciplina de las finanzas públicas… el fortalecimiento del respeto a la Ley y los Derechos Humanos, especialmente con acciones que consoliden los avances en seguridad pública y eviten la infiltración del crimen organizado en las autoridades municipales.

En fin, consolidar las reformas estructurales para que en lo que queda del 2015 se vea realmente que la educación es tema central para su gobierno, además de las reformas que buscan el mayor impacto en la economía familiar. Algo que ha comenzado a ocurrir en tarifas eléctricas y en la cancelación del incremento de las gasolinas.

El tercer objetivo tiene que ver con ampliar la transparencia y mejorar los instrumentos de combate a la corrupción. El cuarto busca acelerar la construcción de infraestructura y vivienda.

Y el quinto es el de reforzar las acciones contra la pobreza y el desequilibrio regional, es decir, se deberá reforzar las acciones a las entidades donde hay mayores rezagos sociales y poder incorporarlos a la dinámica de desarrollo nacional.

Para poner el ejemplo, Peña Nieto mantiene una participación constante en el inicio de proyectos de inversión… sobresalen los del centro del país, donde se han abierto o expandido importantes plantas automotrices…

Informes como la baja de flujo de mexicanos hacia EU es una muestra de que quizá estén encontrando respuesta a sus exigencias de trabajo y sobrevivencia en México…

Ojo, no estamos diciendo que de repente en el país todo esté bien ni que de pronto México sea el paraíso. La aclaración es pertinente porque hay quienes -como mi examigo Pereyra-, centrados siempre en las estadísticas negras, esos que frente a las cifras buenas automáticamente esgrimen las malas, toman todo informe positivo como un apoyo pagado en pro de Peña y arguyen que esa informaciones provienen de un dictado de línea desde Los Pinos, como si en México estuviésemos como en la época soviética estalinista de la KGB.

Importante fue el informe del director del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, el exgobernador hidalguense Manuel Ángel Núñez Soto quien afirmó que el proyecto del nuevo y espectacular aeropuerto sigue adelante y que tan es así que se tiene previsto que el primer avión que salga de ahí lo haga el 20 de octubre de 2020. El anuncio lo hizo al presentar los primeros 21 paquetes de licitación de la construcción de la nueva terminal aérea. Estos paquetes representan 95 mil millones de pesos, a lo que se sumarán otros 83 mil millones de pesos de obras complementarias.

En fin, que Peña Nieto comienza a parecerse mucho al que fue en el arranque de la segunda parte de su gestión en el Estado de México.

rvizcainoa@gmail.com