Ricardo Anaya lleva un impresionante timing en su carrera política desde las filas de Acción Nacional. Acaba de anunciar que está dispuesto a sacrificarse por la democracia. Quiere ser el Jefe nacional del PAN.
El queretano, no hay que olvidarlo, piensa en grande. Y ya lo demostró en la mesa directiva de la cámara de diputados, en la suplencia que hizo del Gustavo Madero al frente del Comité Ejecutivo Nacional panista, cuando el líder desapareció para presentarse a una plurinominal para las elecciones del pasado 7 de junio.
El objetivo de Anaya va más allá de la dirigencia nacional panista. Su siguiente parada es, dentro de seis años, la gubernatura de su estado. El busca ser gobernador de Querétaro y podría logarla porque es un caebien en los círculos del poder. Ricardo es joven, educado, culto, lector, y habla hasta por los codos, algo que en algún momento podría ser un hándicap en su contra, porque el que mucho habla tiene muchas oportunidades de equivocarse o de decir sandeces.
Pero por lo pronto, Anaya va que vuela a sustituir a Gustavo Madero, de quien tiene todo el apoyo. No hay que olvidar que hasta ahora todo indica que el dueño del PAN es el chihuahuense, contra lo que piense, diga o haga Felipe Calderón, quien por lo pronto está muerto y al interior del PAN apesta. La verdad sea dicha, el michoacano tendría ya que anunciar su retiro a un convento de Michoacán, pero que no lo ve la gente y menos la de Morelia, porque sencillamente no lo pueden ver.
Anaya puede ser un buen resucitador del PAN y restañar los daños que le han hecho al partido, desde cuando Calderón era el tlatoani de Los Pinos. Ahora es la oportunidad para que los panistas se levanten de la depresión que les causó el resultado de las elecciones del domingo 7 de este junio. Hace una semana.
Así que ya estaremos viendo al hasta ahora joven dirigente en lugar de Madero, quien gozará de su dieta en San Lázaro, haciendo pactos con el diablo, en mancuerna con las bancadas de la derecha, especialmente con el partido en el gobierno. Jamás lo veremos en alianza con los partidos de la llamada izquierda y menos con las huestes del señor López.
Pero aquí no acaba el jaleo en el PAN. Y mientras la decisión del queretano de dirigir a su partido es muy bien vista por sus correligionarios, por ser gente joven y ganosa de darle impulso al partido, el anuncio de Margarita Zavala de presentarse a la candidatura para la presidencia de la república, fue calificada de patético. Qué le pasa a esta chamaca. Qué. ¿No se da cuenta de que los mexicanos van ahora por otro lado, como lo demostraron en las elecciones del siete de junio? La mayoría quiere PRI. Y esto es un hecho que no puede gustarle a muchos. Pero así es. Ni el PAN ni los partidos de izquierda están en la agenda nacional para ganar la presidencia. Y menos el señor López.
Es importante señalar que en el cuarto de guerra del queretano, hay un comunicador que podría catapultarlo hacia una increíble popularidad. Felipe de Jesús González le daría mucha proyección a la imagen del aspirante a la dirigencia albiceleste.
Pero mejor dejemos que las aguas se amansen. A ver de qué cuero salen más correas.
A desfondo: Y siguiendo con el tema de los idiotas, es preocupante que la inmensa mayoría de mexicanos sigan, sin darse cuenta, engordando las cuentas bancarias de los que se dedican a la producción, distribución y venta de comida y bebidas chatarra, basura, como los productos de Bimbo, Barcel, Sabritas, Pepsi etc. La obesidad de los mexicanos se ha vuelto proverbial. Superamos ya a los consumidores estadounidenses.
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