Guillermo Gazal, presidente de Procentrhico, A. C., señaló que el campamento que desde hace meses se encuentra en Plaza de la República ha generado pérdidas millonarias a los comerciantes y prestadores de servicios de esa zona, además de los daños que se han generado en los alrededores del Monumento a la Revolución que recién habían sido remodelados.
Comentó que los manifestantes de la CNTE siempre han contado con el apoyo del secretario de Gobierno, Héctor Serrano para desquiciar la ciudad, cerrando avenidas como Bucareli, donde prácticamente ha cerrado el 80% de los comercios ahí establecidos.
Exigió al Jefe del Ejecutivo local, que escuche a los diferentes sectores organizados de la ciudad que no son recibidos en el Gobierno del Distrito Federal por no formar parte de los grupos de interés de Héctor Serrano, porque de otra manera seguirá sólo gobernando para los grupos clientelares del PRD, y no para todos los capitalinos, como es su responsabilidad.
Además, resaltó que el Jefe de Gobierno tiene la obligación política de respaldar al Gobierno Federal en esta posición.
Es tiempo de que la CNTE, que ha hecho de las calles de la Ciudad de México su plaza de protesta, entienda que su obligación es dar clases, no protestar en la ciudad de México.
Además de señalar que la tranquilidad con que la CNTE se desplaza por la Ciudad de México es debido a que desde la Secretaria de Gobierno del Distrito Federal se les ha permitido excederse en sus manifestaciones, bajo el argumento falaz de que es un asunto federal. ¿Y el bienestar de los capitalinos donde queda? ¿Y el costo económico de las manifestaciones quien lo absorbe?
El líder empresaria indicó que una vez terminadas las campañas políticas, es urgente que el Secretario de Gobierno Serrano Héctor deje de usar a sus grupos clientelares durante unos meses, para que las actividades económicas en la ciudad se realicen de manera normal. Por lo que señaló, queda en manos del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, que sigamos en medio del caos de las manifestaciones o la ciudad recobre un poco de tranquilidad, al menos en cuestión de vialidad.