Nacidas por la inconformidad de la sociedad en contra de los partidos políticos y reglamentadas constitucionalmente, sin significar un cambio ni la llave mágica para solucionar los problemas democráticos del país, las candidaturas independientes, 22 a diputados federales registrados por el INE, son reducidas, de un total de 500 distritos electorales, por requisitos excesivos y restricciones absurdas.
Por eso, las protestas de los aspirantes independientes no se han hecho esperar en contra de los árbitros electorales por no otorgar su registro, llegando al extremo de que una candidata a diputada local en el DF se crucificó, afuera de las instalaciones del Instituto Nacional Electoral el 30 de abril pasado. Los candidatos independientes a nivel federal con millón de pesos de prerrogativas hacen campaña para buscar una curul en la Cámara de Diputados, así como ampliar la participación ciudadana y ser otra opción electoral el próximo 7 de junio.
En su trabajo “Candidaturas Independientes”, Claudia Gamboa Montejano, considera que esa figura “sería una respuesta a una demanda naciente de la propia sociedad, que en muchas ocasiones ya no se ve representada por los intereses que representan los partidos políticos”.
Antes de darse las enmiendas en la materia en el Congreso de la Unión, la investigadora dice que “las candidaturas independientes, por un lado refleja una participación más directa por parte se la sociedad, así como una legitimo acceso al poder inmediato, también presenta diversas aristas de control de trasfondo que es necesario analizar, ya que entre otros factores puede darse el hecho de que pueden ver influenciados por los poderes fácticos, o en su caso abran las puertas para que lleguen personalidades sin experiencia, como se muestra en las opiniones especializadas”.
Sin ser nada nuevo los aspirantes independientes en México en la actualidad, la investigadora parlamentaria refiere que: “El 2 de julio de 1918 se publicó en el Diario Oficial la Ley para Elecciones de Poderes Federales en la cual entre otros puntos se requería el registro de candidatos, a esta Ley se le considera como el antecedente inmediato de las candidaturas independientes porque en su artículo 107 señala: “Artículo 107. Los candidatos no dependientes de partidos políticos tendrán los mismos derechos conferidos a los candidatos de éstos, siempre que estén apoyados por cincuenta ciudadanos del Distrito, que hayan firmado su adhesión voluntaria en acta formal; que tengan un programa político al que deben dar publicidad y que se sujeten a los requisitos prevenidos en las fracciones VII y VIII del artículo anterior.
“Para que un candidato independiente a Senador o Presidente de la República sea registrado, bastará que llene las condiciones anteriores: pero sólo se exigirá que esté apoyado por cincuenta ciudadanos de cualquier Distrito Electoral del Estado.”
Gamboa Montejano añade que “por otro lado, respecto al registro de las candidaturas, Paoli Bolio señala que éste no debe confundirse con el registro de partidos, pues éste último se exige hasta la Ley de 1946 con la cual desaparecen las candidaturas independientes al otorgar a éstos la facultad del registro de las mismas”.
La consejera del INE, Alejandra Pamela San Martín Ríos informó que se registró a 22 candidatos independientes, de un total de 122, para los distintos distritos federales del país y están en campaña como los demás candidatos postulados por los partidos.
En entrevista, admite que la legislación pide requisitos “un poco difíciles para ser superados por los candidatos independientes, pero me parece que es una primera aproximación que es importante porque amplía las formas de participación ciudadana” y una opción para electorado.
También reconoce que “es un número reducido de candidatos independientes contendientes, pero es la primera vez que esta figura la implementa la autoridad, (por los que) habrá qué ver que elementos debemos de mejorar para la siguiente elección, como dar más tiempo y dar mejores condiciones para el ejercicio de este derecho que ahora ya está considerado con lineamientos”.
En cuanto a los recursos disponibles, señaló que “la Constitución establece que le corresponde la parte igualitaria que le correspondería a un partido político de nueva creación y esto se divide entre todos los candidatos independientes, es cerca de un millón de pesos lo que se les está dando a cada candidato”.
Por su parte, el investigador de la Universidad Autónoma Xochimilco, Manuel Canto Chac dudó que las candidaturas independientes sean la llave mágica para solucionar los problemas democráticos y mejorar las condiciones políticos electorales del país.
“Si vemos la experiencia histórica de candidaturas sin partido en los diferentes sistemas electorales, estos nunca han significado un cambio, es importante este a nivel local, en comunidades relativamente pequeñas, en donde la gente se conoce cara a cara”, añadió.
Lamentó que los partidos políticos en vez de reconocer esa figura como un derecho político electoral, se ponen a la defensiva con restricciones absurdas, y son importantes esas candidaturas independientes en poblaciones o en los municipios pequeños.
Señaló que “se le regatea a los ciudadanos su participación, pero insisto se ha puesto demasiado el énfasis en las candidaturas de personas y partidos, y hay cosas mucho más importantes que esas para que la sociedad civil, realmente pueda participar de las decisiones públicas”.
Y ejemplificó: “más de 5 millones de personas solicitamos una consulta popular en materia energética que está totalmente prevista en la legislación y en la Constitución y la Suprema Corte de Justicia sin argumento jurídico válido se negó a esto, creo que esto más evidente no puede ser. Se conceden candidaturas independientes como accesorio y se niega lo importante”.
Indicó que “los políticos no quieren reconocer que están ante un Estado muy débil, que es antidemocrático y como es débil no quieren consulta popular ni participación ciudadana en las políticas públicas”.
Los políticos tienen una posición absurda de suponer que una sociedad fuerte equivale a un Estado débil, cosa que en todas las experiencias históricas ha demostrado que a una sociedad civil fuerte le corresponde un Estado fuerte, abundó.
Dijo que las candidaturas independientes “es un derecho de todos los ciudadanos, pero démosle más importancia a la participación de la sociedad, un derecho concebido que absurdamente bloquean los partidos políticos”.
Por su parte, el diputado federal Gerardo Albarrán dijo que “la idea de tener candidatos independientes, en teoría, es abrirle una puerta a los ciudadanos para participar en política”.
Sin embargo, precisó: “qué se puede esperar en un país, en donde el volumen de dinero que reciben los partidos es ofensivo, donde la autoridad electoral no es autónoma, donde el presidente puede comprar la Presidencia.
“Acaba siendo una simulación de querer abrir, teóricamente, el espacio de la participación política de los ciudadanos, vía candidaturas independientes, cuando hay principios de democracia participativa referéndum, plebiscito que se ha negado como lo vemos en la consulta del tema energético”.
Se le preguntó si era una burla para la ciudadanía las candidaturas independientes, y contestó: “más que una burla, todavía hay ingenuos”.
