Ante un escenario caracterizado por la volatilidad de precios en los mercados internacionales de café, el organismo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) implementó en 2014 este esquema, el más relevante llevado a cabo hasta ahora, ya que mediante la adquisición de cuatro mil 118 contratos de futuros se cubrió un volumen total de 70 mil toneladas, en comparación con las 44 mil del ciclo anterior.
Hasta el momento se tienen concluidos tres mil 414 contratos con un beneficio de 254 millones de pesos y correspondientes a los estados de Chiapas, Guerrero, Nayarit, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Estas entidades en conjunto aportan más del 90 por ciento de la producción nacional, y los recursos provenientes de los contratos comenzarán a ser pagados a los productores en el mes de febrero.
Restan por concluir 704 contratos por un valor estimado de 70 millones de pesos y en los que se incluyen, además de los estados mencionados, los de Hidalgo, San Luis Potosí, Jalisco, Colima, Tabasco y Querétaro.
Con el objetivo de dar transparencia al pago de beneficios de estas coberturas y garantizar que lleguen directamente a los productores, ASERCA ha acordado con la Asociación Mexicana de la Cadena Productiva del Café (AMECAFE) una serie de mecanismos que permitirán verificar que cada uno de los pequeños productores reciban el pago de los beneficios de las coberturas por el aromático que hayan comercializado.
Las organizaciones cafetaleras, una vez pagados los beneficios de las coberturas correspondientes a cada uno de los productores, se han comprometido a entregar a ASERCA copias del descuento ejercido y del pago al intermediario financiero o, en su caso, a la organización aportante del 10 por ciento del costo de las primas correspondiente al productor –donde aplique-, así como copia del estado de cuenta de la agrupación que refleje el ingreso del importe de las utilidades y una relación, firmada por cada uno de los productores beneficiarios, que especifique el monto pagado individualmente a cada uno de ellos.
En México, cerca del 95 por ciento de los productores tienen menos de cinco hectáreas, representan el 81 por ciento de la superficie cultivada y el ingreso de sus familias depende hasta en un 78 por ciento de las ventas de café, lo que establece claramente la importancia de proteger su ingreso ante la volatilidad de precios en los mercados internacionales, a fin de fortalecer sus capacidades productivas y mantenerlos en esta actividad que constituyen la referencia del comercio de grano también a nivel nacional.
