Denuncian legisladores que falta de agua se convirtió en factor de inestabilidad en Iztapalapa

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Ante estas circunstancias, la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Aleida Alavez Ruiz y los asambleístas Alejandro Ojeda y Gabriel Godínez, reiteraron su llamado a la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) para que incremente el caudal de agua proveniente del Sistema Cutzamala, para prevenir conflictos sociales mayores, aunque esta medida, sin duda, sólo ayuda temporalmente y no resuelve de fondo el problema.

Informaron que la delegación cuenta con el mayor parque de carros-cisterna para entregar agua potable en las zonas de desabasto, de poco más de 400 con los que cuentan las 16 delegaciones, el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMEX), Bomberos, Seguridad Pública y el DIF, 150 son de Iztapalapa; sin embargo, este esquema de entrega es muy costoso y sólo resulta un paliativo en los momentos de mayor crisis.

Señalaron que anualmente el gasto de operación de entrega de agua en pipas representa para Iztapalapa un gasto de 20 a 25 millones de pesos, entre mantenimiento de las unidades, salarios y combustible. El número de viajes que efectúan se ha incrementado considerablemente, en el 2010 efectuaron 168 mil 966 entregas y el año pasado alcanzaron 212 mil 704 entregas.

Sin embargo, expusieron, dicho esfuerzo resultó insuficiente porque ante el reclamo social y cierre de vialidades por la demanda de agua, el gobierno delegacional compró 26 mil 313 viajes de 10 m3 de agua, cada uno, a un costo de 34 millones de pesos, es decir más caro que la operación de sus propias pipas que ya están totalmente rebasadas.

Resulta irónica la circunstancia de que el gobierno efectué un gran esfuerzo humano, logístico y financiero para operar esas 150 pipas y ello represente lo que aporta en agua el nuevo pozo del acuífero profundo, el pozo de San Lorenzo, que entrega 60 litros por segundo, expusieron.

Mencionaron que el agua que viene del Sistema Cutzamala, llega por el Poniente de la Ciudad de México y se va quedando en las colonias de más alto poder adquisitivo  y a Iztapalapa sólo le toca poca cantidad y baja presión de agua, además de arrastrar residuos de las tuberías viejas de distribución.

Comentaron que mientras muchos habitantes del poniente usan albarcas privadas, a Iztapalapa le corresponden, en algunos casos, de 150 a 200 litros por familia al día, para apenas cumplir con sus necesidades básicas, y a veces ni para eso.