En México, en donde la pobreza afecta a cinco de cada diez habitantes y el salario se ha reducido 71 por ciento en casi cuatro décadas, la tradicional cena navideña y de Año Nuevo costará un gran esfuerzo económico mayor a las familias ante la situación de crisis que se vive con escalada de precios.
Ni el Congreso del Trabajo (CT) ni el gobierno federal, llámese Secretaría de Economía o Procuraduría Federal del Consumidor, hacen nada para hacer alguna recomendación sobre cuánto dinero pueden destinar un trabajador –el 14 por ciento percibe un salario mínimo— en esos convivios de fin de año.
De acuerdo a datos oficiales, entre 1987 y 2014 el precio de la canasta alimentaria registró un incremento acumulado de cuatro mil 773 por ciento, mientras que el salario mínimo sólo aumento 970 por ciento.
En esas condiciones, las familias mexicanas buscan los mejores precios, por ejemplo, en la Central de Abasto del Distrito Federal, en cuyo mercado se consiguen productos más accesibles. Sin embargo, amas de casa, entrevistadas, se quejan del incremento de los productos sin que las autoridades de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), a cargo de Lorena Martínez Rodríguez, frenen el aumento de precios.
A la Profeco y al CT, a cargo de Ramón Humberto Ojeda Silva, se les pidió información sobre cuántos gastan las familias mexicanas en las cenas de Navidad y de Fin de Año sin tener ninguna respuesta.
Y es que en esas fechas casi no falta en la mesa de las familias mexicanas el tradicional pavo relleno, pierna y lomo de cerdo al horno, el bacalao, los romeritos con mole, papas y camarón seco, una ensalada de manzana nacional, y como aperitivo un ponche o una sidra para el brindis.
En un sondeo de mercado en zona de San Juan del centro de la ciudad y algunos supermercados, para quienes decidan cenar pavo relleno, el kilogramo se cotizó entre 62.00 y 78.00 pesos, el kilogramo de carne molina anda en 135.00 pesos.
Ahora si prefiere una pierna de cerdo con hueso el kilogramo tiene un costo de 74.90 pesos, y el lomo de cerdo 102.90 el kilogramo. Si dese un cabrito la pieza tiene un precio de 550.00 pesos, y un lechón 500.00.
Otra alternativa puede el bacalao noruego, el cual tiene un precio de hasta 195.00 pesos el kilogramo que se prepara con tomate saladette o tomate bola, los cuales cuestan 28.00 y 35.00 pesos el kilogramo, respectivamente.
Si se prefiere cenar romeritos con mole, los primeros tiene un precio de 8.00 pesos, el kilogramo de mole andan en 120.00 pesos, la papa cambray en 18.00 pesos, el ciento de nopales en 130.00 pesos y el camarón seco en 360.00 el kilogramo. Todo un reto para las amas de casa organizar las cenas de fin de año.
Para el diputado federal perredista e integrante de la Comisión de Economía en la Cámara de Diputados, Carlos Augusto Morales López, la cena tradicional navideña y de fin de año ha sido un tema complejo para la mayoría de los mexicanos en un marco en que la zozobra y la merma económica pegarán en su ánimo, y representará un gran esfuerzo económico.
Dijo que la escala de precios no hay quien la frene sin un buen desempeño de la economía, “lo que quiere decir que el aumento de precios se ve complementado con una falta de oportunidades para una gran mayoría de mexicanos que tengan ingresos dignos y decorosos”.
La Secretaría de Economía debe evitar que se perjudique la maltrecha economía de los hogares mexicanos por el alza de precios y determinar los factores y si hay problemas de desbasto garantizar una oferta adecuada sin especulación, indicó el legislador.
Morales López señaló que los mexicanos no vemos ni sentimos el trabajo de la Profeco para ayudar a mejorar las condiciones de nuestra economía y hay que estar muy atentos y que la ciudadanía este pendiente de lo que pasa y cuide su economía, toda vez que vemos que es una situación muy compleja la que estamos viviendo y todo parece indicar que el próximo año va a ser muy complejo.
Cuestionó el diseño institucional de la Profeco con una burocracia que le cuesta mucho al pueblo de México sin rendir frutos. Apuntó que las mismas autoridades de la Profeco se han quejado de que les faltan herramientas para actuar en los incrementos de la canasta básica, sin embargo, el gobierno federal a la fecha no ha mandado ninguna iniciativa para darle dientes a esa dependencia del gobierno.
El gobierno de la república, como en otras ocasiones, lo único que hace es proteger los intereses de unas minorías a costa de una gran mayoría, añadió el legislador perredista.