A Abarca se le involucra por los hechos ocurridos contra estudiantes normalistas en el municipio guerrerense que dirigía desde 2012 y hasta el pasado 30 de septiembre.
En tanto, su esposa María de los Ángeles Pineda Villa fue trasladada al Centro Nacional de Arraigos, de la colonia Doctores, donde permanecerá por al menos 40 días, luego de que un juez federal concedió una orden de arraigo por su presunta participación en el ataque y desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Durante este lapso la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) intentará reunir pruebas que permitan acreditar el vínculo de Pineda con los hechos mencionados. Hasta ahora, la esposa de Abarca no ha querido proporcionar prácticamente ningún dato a las autoridades.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó en un comunicado que como “consecuencia de las investigaciones que están en curso”, un juez especializado concedió la medida cautelar por el mencionado periodo de tiempo, que comienza a correr a partir de hoy mismo.
La pareja estuvo prófuga de la justicia por un mes, tras ser acusados como autores intelectuales de los ataques y desapariciones de 43 normalistas de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre.