En el zócalo capitalino, añadió: “No he tenido relación de complicidad con nadie”. Rechazó conocer al ex presidente municipal de Iguala. “Y miren que no es un asunto sencillo, porque estoy recorriendo constantemente el país. Yo saludo a todos y me tomo la foto con todos. En el tiempo que (Abarca) fue alcalde, fui cuando menos tres veces a Iguala y nunca jamás lo vi. Porque cuando andan en malos pasos hasta se alejan de nosotros. Y hoy lo agradezco”, manifestó López Obrador.
Afirmó que hacía esta declaración porque ahora se argumenta que todos los políticos, incluido él, son iguales. “Y por qué ahora empiezan, algunos que fueron pregoneros del peligro para México y del ‘haiga sido como haiga sido’, involucrarnos, para hacer creer que todos somos iguales y corruptos.
Refirió que cuando Ángel Aguirre era candidato de la coalición opositora al gobierno de Guerrero, él condicionó su asistencia a un mitin de ese personaje, a que este firmara un convenio en el cual se comprometiera a apoyar al pueblo, otorgar pensiones para adultos mayores, cancelar la obra de la presa La Parota, entregar becas a los estudiantes y garantizar la base de profesores a los estudiantes de Ayotzinapa.
Explicó que como Aguirre Rivero se negó a firmar el documento, no asistió a su campaña.
Por otra parte, indicó que sólo existen dos alternativas para superar la crisis económica y política que vive el país: un cambio de política y un cambio de presidente. La segunda opción, dijo, implicaría que el Ejecutivo presente su renuncia antes del 1 de diciembre, para que se pueda convocar a una elección extraordinaria, planteó que ésta podría realizarse el 7 de junio de 2015, cuando también se renueva la Cámara de Diputados.
En la asamblea informativa en defensa del petróleo, también llamó a “no aceptar el regreso a la normalidad si no aparecen los jóvenes de Guerrero. Nunca debemos acostumbrarnos a la desdicha y al horror”.
Antes, la escritora Elena Poniatowska leyó una breve semblanza de cada uno de los 43 normalistas desaparecidos hace un mes y pidió que, después de nombrarlos, los ciudadanos concentrados en la Plaza de la Constitución gritaran por ellos: “¡regrésenlos!”
Poniatowska resaltó que los jóvenes en México deben mantenerse vivos, porque sin ellos no hay país y definió que los asesinatos y desapariciones en Iguala constituyen un crimen de lesa humanidad. “Fueron cazados, torturados hasta la muerte y ejecutados de manera arbitraria”.
Rechazó la versión que, dijo, se maneja respecto de que presuntamente estaban ligados al crimen organizado.
La presentación de los nombres de los 43 muchachos fue terminada a nombre de ella, que sufrió el cansancio y la emoción del momento, por Jesusa Rodríguez.
