Atrás del gobierno de Angel Aguirre Rivero están “Los Figueroas”

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Han trascendido los miedos en medios y cuartos de la guerra sucia en Guerrero, porque atrás de la cruenta, rata, puta y tonta gubernatura de Ángel A. Rivera está la peligrosa banda de los Figueroas.

Ayotzinapa es la sevicia, la codicia y la estulticia de esa ignota gubernatura de Ángel Heladio Aguirre Rivero (a) Ángel A. Rivera y ésta es una criatura única y esperpéntica del capo Rubén Figueroa Alcocer (a) Burrén Figuermex Ex-chómpiras, por los sangrientos hechos notorios que ninguna prueba requieren; en la especie se trata de su política pública local de “matar o secuestrar y luego enterrar e incinerar en fosas clandestinas”.

Burrén Figuermex y Ángel a. Rivera son un par de sujetos sin código de honor, sin valores morales y sin principios éticos; ambos son responsables de delitos de lesa humanidad que no prescriben y deben ser consignados por el procurador de la República ante el juez penal federal del reclusorio de alta seguridad en Almoloya, Edomex.

Tal capo y su valido encarnan una haragana casta, entronizada en la vida pública guerrerense desde el inicio de la revolución armada el 28 de febrero de 1911, cuándo sus tíos Ambrosio, Rómulo, Francisco y Andrés Figueroa Mata se fueron a la bola y son señores de horca, cuchillo, carabinas 30-30, pistolas colt 22, 9 mm y 45 expansivas o ametralladoras Mini-uzi, Ak-47 & Barret 50; desde hace 103 años son los caciques en Guerrero.

De la multimillonaria banda de Los Figueroas cual sólo se salva del juicio adverso de la historia: Rubén Figueroa Figueroa, un hombre que siendo senador de la república, estuvo secuestrado más de cien días en 1974, o sea, antes de ser gobernador; y durante ese lapso, por lógica jurídica, resultaba imposible que él conociera y reconociera lo que hiciera su hijo Rubén Figueroa Alcocer (a) Burrén Figuermex Exchómpiras, es decir, el plagiado no supo lo que su junior hizo para rescatarlo de sus secuestradores; entonces y en síntesis, los 500 desaparecidos guerrerenses en esos  104 días, no pueden ser imputados al padre, sino al hijo. 

Los Figueroas de los años ’90 son una banda de juniorcitos, como Rubencito Figueroa III y Rubencito Figueroa IV, que a sangre y fuego con papito-abuelito están tratando de controlar Acapulco y el Congreso Estatal, uno se empeña en ser alcalde de Acapulco y el otro diputado local; uno es de Huitzuco, casi cincuentón sin oficio ni beneficio y sin residir en aquel Puerto, quiere llegar ahí como satélite, es Sputnik y, el otro, es Velasco; qué asco de malandrines; el abuelo de éste ha amenazado de muerte a este columnista y ordenó asesinarlo al intrauterino del gobierno de Guerrero 1996-1999, por ese real y fatal motivo, a esos ex-gobernadores, lógicamente el suscrito columnista se exilió y les perdió la confianza.

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