Para nadie es un misterio que el mercado de telecomunicaciones en México está altamente concentrado. Del total de los ingresos generados por el sector, dos terceras partes pertenecen a una sola compañía. Derivado de esta alta ponderación en la industria de telecomunicaciones, América Móvil mantiene una posición preponderante que le permitiría influenciar la fijación de precios tanto a los usuarios finales como a los operadores competidores en el mercado.
Para evitar este tipo de actuación monopólica, los órganos reguladores alrededor del mundo han optado por la aplicación de condiciones competitivas de interconexión, con el objetivo de diluir el poder que los operadores dominantes ejercen en los mercados.
Una tarifa de interconexión es el costo que tiene que pagar un operador para terminar la llamada en una red diferente a la suya. Es decir, todos los operadores, sean fijos o móviles, cuyos usuarios realicen llamadas en las redes de otros operadores, tienen que ser interconectadas por lo que se debe de pagar esta tarifa.
La competencia que existe en un mercado se convierte en un factor determinante para establecer las tarifas de interconexión que regirán en el mercado, pero cuando este se encuentra concentrado, el operador con mayor participación puede tener incentivos a fijar tarifas de interconexión elevadas.
Esta situación impacta negativamente al resto de los competidores, ya que eleva sus costos, y dado que la interconexión representa una proporción significativa de los costos de los operadores, los obliga a aumentar sus precios en perjuicio de los consumidores finales.
Actualmente en el mercado de telecomunicaciones móviles mexicanas, sólo 20% de las llamadas a móviles que se originan en la red de Telcel, tienen destino a las redes de otras compañías. Mientras que en promedio, 58% de las llamadas de los operadores competidores son dirigidas a números de la red del preponderante.
En México, durante muchos años las tarifas de interconexión se mantuvieron artificialmente altas, en razón del poder dominante de Telmex y Telcel sobre el mercado de telefonía. Es así como América Móvil habría generado ingresos extraordinarios al enfrentar costos menores de terminación de llamadas que sus competidores.
No obstante, con la entrada en vigor de la regulación sectorial se impone la obligación al agente preponderante de eliminar el cobro de tarifas de interconexión entre sus pares. Con ello, los ahorros económicos para los competidores ascenderían a $24,430 millones de pesos en el plazo de un año.
De acuerdo con lo observado en la experiencia internacional y las características del mercado mexicano, de aplicarse condiciones competitivas en las tarifas de terminación en México, podríamos esperar que en los primeros 5 años experimentemos una reducción de precios al usuario final adicional de 6.5% anual.
Así, con la introducción de la medida regulatoria de la mano de la compartición de infraestructura, posibilitará la entrada de nuevos competidores dentro del mercado de telecomunicaciones mexicanas, generando un escenario de operación más competido en beneficio de los consumidores, en términos de una oferta de servicios a menores precios, mejor calidad y mayor penetración.
Cabe destacar que la interconexión asimétrica es una medida temporal con el objetivo de nivelar las condiciones de mercado y así corregir la extracción arbitraria de recursos a los operadores distintos al preponderante. Al conseguir lo anterior, todos los operadores podrán competir a la par, permitiendo acordar libremente las tarifas que regirán en el mercado.
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