UNAM calcula que 90 % de ciudadanos desconocen la Constitución

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Al participar en el segundo día de la reunión de trabajo de las V Jornadas de Derecho Parlamentario México-España, realizado en el Palacio Legislativo de San Lázaro, consideró que “la población conoce cada vez menos la Constitución”, la cual, además, contiene diversas discordancias.

“Tenemos un texto desordenado, con técnica jurídica descuidada, con inconsistencias y fallas de redacción, lo que ha dejado un contenido poco manejable”.

En el evento, organizado por el Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP), el jurisconsulto explicó que en este marco legal existen asuntos duplicados de distintas formas, hay desorden en la sistemática de las materias reguladas y descuidos en la manera como se han realizado las reformas.

“En los últimos años se ha reformado la Constitución, pero no se han aprobado las leyes secundarias para que las reformas sean aplicables”, subrayó.

Por tanto, consideró necesario que a la par de las reformas a la Constitución, se discutan y aprueben de manera conjunta las leyes secundarias respectivas.

“Llegaremos al centenario de la Constitución con un texto que no está para celebrar, aunque ha contribuido a la estabilidad del país”, expresó.

Mencionó que nuestra Carta Magna, expedida en 1917, ha tenido un total de 220 reformas y 618 modificaciones.

“Más de dos tercios de estas modificaciones son posteriores a 1982 y casi 30 por ciento de estos cambios se realizaron en los últimos 8 años”, destacó.

Aclaró que cambiar la Constitución no debe considerarse como algo negativo, pues es una forma de adaptar el texto a las nuevas circunstancias. “En 1917 México era un país predominantemente rural y con 12 millones de habitantes”, acotó.

Durante su conferencia “Problemas de la rigidez constitucional en España”, la letrada de las Cortes de Aragón, Carmen Rubio de Val, afirmó que uno de los riesgos de la excesiva rigidez constitucional en ese país es la desconexión entre el texto jurídico y la realidad. Es decir, un divorcio entre el contenido material de la Constitución y el consenso mayoritario existente en la sociedad.

La también profesora de Derecho Constitucional, afirmó que un pueblo siempre tiene la facultad de revisar, reformar y cambiar su Constitución, porque “una generación no puede someter a sus leyes a las generaciones futuras”.

Durante la V Jornada de Derecho Parlamentario México-España “Representación Política y Calidad de la Democracia”, Rubio de Val recalcó que las constituciones no deben ser tan rígidas que no puedan modificarse cuando sea preciso, por lo que se pronunció a favor de poder cambiarlos.