Sin duda, la prioridad más importante a la que nos enfrentamos en términos de Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), es brindar las condiciones de igualdad que permitan el acceso a los mexicanos más desfavorecidos, ya que sólo de esta forma se podrá cerrar la brecha digital, alcanzando mayor equidad entre la población y encaminándola de esta forma hacia la Sociedad de la Información. Por ejemplo, en Oaxaca y Guerrero, 68% y 35% de los municipios, respectivamente, no cuentan con la infraestructura necesaria para la prestación de los servicios, excluyendo a mexicanos que de por sí enfrentan condiciones de marginación.
Por su parte, el fomento a las inversiones resulta un eslabón esencial en el despliegue de infraestructura, condición fundamental para la provisión eficiente de servicios de telecomunicaciones. Entonces, derivado del déficit de infraestructura y capitalización que viven las telecomunicaciones mexicanas, y con el respaldo del artículo 25 Constitucional, que atribuye al Estado “la rectoría del desarrollo nacional”; desde la Administración Federal se buscará implementar, mediante el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2013-2018, ciertas acciones específicas para alcanzar los objetivos de reducción de la brecha digital y el aumento de oportunidades de adopción entre los mexicanos.
Asimismo, con el objetivo de conocer la postura de la opinión pública en el país respecto a las acciones más importantes que debiera contener el presente PND, desde finales de febrero y hasta el 16 de abril se llevó a cabo una consulta pública a la ciudadanía mexicana. Derivado de ello, así como de un esfuerzo conjunto entre las fuerzas políticas del país, como lo fue el Pacto por México, y encaminado por el Ejecutivo Federal, el PND podrá tener impactos transversales para el sector y esparcir sus beneficios hacia la población en su conjunto.
Respecto a las Telecomunicaciones, las acciones contenidas en el Plan se encuentran bajo el apartado de “México Próspero”, que contiene, como objetivos primordiales; la promoción de la Inclusión Digital, el aumento de la oferta y cobertura de servicios, así como el incremento en la accesibilidad a los servicios de telecomunicaciones. Por su parte, se enlistan varias acciones concretas de suma importancia, como el fomento a la inversión privada en el sector, la creación de un programa de banda ancha con una estrategia específica y soportado por la Red Nacional de Impulso a la Banda Ancha (Red NIBA), el fomento a la transición a la TDT y una mayor competencia en el segmento de TV abierta.
A su vez, se buscará aumentar el uso de internet mediante el despliegue de nuevas redes de fibra óptica, el uso eficiente de las bandas de 700MHZ y 2.5GHz y el desarrollo de infraestructura espacial de banda ancha, entre otras. Se destaca también la intención de fomentar un esfuerzo público-privado para el despliegue de infraestructura avanzada que permita el aumento en la productividad que ofrecen las nuevas tecnologías y que los mexicanos urgentemente necesitan.
Considerando que la masificación en el uso de servicios de telecomunicaciones es un proceso que se lleva a cabo de manera gradual, estas acciones se realizarán de forma paulatina, y deberán estar sustentadas por un marco regulatorio eficiente que garantice los mayores niveles de adopción digital entre los mexicanos. Las diferentes etapas de este proceso, desde la instalación y disponibilidad de redes, habilitación de accesos, desarrollo de las plataformas necesarias para la explotación de la tecnología, hasta la mayor adopción de dispositivos e impulso de estrategias de alfabetización digital serán cruciales para disminuir el rezago en la disponibilidad de infraestructura que viven la mayoría de los mexicanos actualmente.
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