A raíz de su denuncia pública del sábado pasado de que fue objeto de una extorsión por el secretario particular de Mauricio Toledo con tres millones de pesos, dijo Dacosta Aldir, el mismo jefe delegacional lo cesó, y fue invitado por el director Jurídico y de Gobierno (Francisco Mendoza Esparza) para revisar su expediente, el cual como está en orden, la delegación pidió al INVEA DF retirar los sellos de clausura.
En conferencia de prensa, rechazó que haya sido presionado por las autoridades delegacionales para dejar de denunciar al ahora ex secretario particular del jefe delegacional, Mauricio Toledo por el dinero que le pidió, y aceptar, a cambio, la reapertura de su negocio.
Dijo que no procederá en contra del ex secretario particular, Eduardo Ramírez por la extorsión de que fue objeto, ya que, añadió, consiguió su objetivo de que le reabrieran su estación, y quien debe de investigar sobre la corrupción de los servidores públicos es la Contraloría Interna del gobierno capitalino.
Calculó que perdió 15 millones de pesos por los siete años de cierre de que fue objeto su establecimiento por parte de las autoridades delegacionales en la demarcación. Además, informó que invirtió inicialmente 45 millones de pesos, y una vez que el Instituto de Verificación Administrativa del Distrito Federal (INVEADF), retire los sellos tendrá que invertir en otras bombas modernas y en pintura para reabrir en tres meses.
Dascosta Aldir dijo que la corrupción en el gobierno es el pan de cada día, y recordó los hechos denunciados recientemente por el caso del desvío de programas sociales con fines electorales en Veracruz.
Cabe recordar que el pasado sábado el empresario Manuel Dacosta Aldir denunció a Ramírez Vallejo de pedirle tres millones de pesos para quitar los sellos de clausura y abrir la estación de gasolina, cerrada desde hace siete años, localizada en Escuela Naval Militar.
Queriendo tapar el sol son un dedo, la delegación Coyoacán emitió un comunicado de prensa en donde informó que el ex secretario particular renunció al cargo desde el pasado 15 de abril.
En la delegación y entre los perredistas, todos saben que Eduardo Ramírez era uno de los hombres de confianza de Mauricio Toledo, con quien se corría algunas parrandas y lo hizo su operador financiero, según acusaciones públicas.