En comunicado, la sede diplomática aseguró que el embajador Anthony Wayne no sostuvo ninguna reunión con asesores de alto nivel del presidente Enrique Peña Nieto y tampoco ejerció presión ni cabildeó por ningún resultado en las consideraciones del priista con respecto a sus colaboradores.
Al contrario, insistió, la política que recibió el Embajador Wayne de Washington fue que el gobierno de los Estados Unidos trabajaría con quien fuese seleccionado por Peña Nieto.
A pesar de que hubo una significativa cantidad de reportes en los medios informativos mexicanos durante la transición presidencial sobre los potenciales candidatos para encabezar el ejército mexicano, el embajador Wayne no dialogó sobre el General Moisés García Ochoa con Miguel Ángel Osorio Chong, actual Secretario de Gobernación, ni con Jorge Carlos Ramírez Marín, actual Secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) tal como lo reportó la nota del New York Times.
La embajada también hizo notar que ambos funcionarios ya han negado esta supuesta conversación.
La aclaración de la embajada se da aun cuando desde el pasado 6 de febrero, la administración de Barack Obama se deslindó de las versiones periodísticas. William Ostick, portavoz para Latinoamérica del Departamento de Estado de Estados Unidos, afirmó que las decisiones sobre los nombramientos de funcionarios en México, únicamente corresponden al gobierno de este país.
La representación diplomática que encabeza Wayne subrayó que su país permanece comprometido a trabajar en asociación con México y la administración de Peña Nieto para incrementar la competitividad económica en ambos países, promover el desarrollo regional, avanzar los esfuerzos bilaterales para desarrollar una frontera para el siglo XXI segura y eficiente, y resolver nuestros retos compartidos de seguridad.