Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido como Juanga, quien tiene “mucho dinero, perdió el piso y la dimensión de las cosas: para él no existe la ley, más que la suya”. Y así lo ha demostrado en los juicios al desconocer la relación laboral con sus trabajadores para liquidarlos conforme a ley.
A cinco años de litigio, prácticamente tiene perdidos los asuntos iniciados por nueve demandantes, a quienes les adeuda más de 33 millones de pesos con salarios caídos, pero la defensa del divo con argucias legaloides ha frenado los procesos y retrasado los laudos.
Así se expresa el litigante laboralista Carlos Martínez Reyna, quien lleva los juicios de esas nueve personas desde 2007: Jorge Salazar González, su rom manager, cuyo asunto vale más de 16 millones de pesos debido al salario integrado percibido; en el juicio de cinco, el de Raúl Antonio Garduño Islas, vale 2 millones 500 mil pesos; el de la vocalista Laura Esther Barbosa Navarro, cuesta 2 millones 861 mil pesos; el de la corista Gilda Cervantes Peña , le costará al divo, 2 millones 900 mil; el de Gaspar Altamirano Martínez, 2 millones 224 mil pesos y Armando Espinosa Brizuela, con poco más de dos millones de pesos.
En los restantes casos individuales del baterista Oscar Musiate Sosa, Luis Manuel Portillo Lagner, Julio César Galguera Canseco, también fluctúan en los dos millones de pesos, cada uno, detalló el abogado.
Entrevistado en su despacho de la Zona Rosa, Martínez Reyna explicó que en todas las demandas de referencia las va perdiendo Juan Gabriel, pues ordenó a sus abogados negar la relación de trabajo, sin embargo, los trabajadores con las pruebas aportadas como fotografías, gafetes, invitaciones, videos y testimonios, se demostró lo contrario.
Musiate, sin pensar demandar ni nada, en una ocasión llevó a un notario de Monterrey a una presentación para que lo viera que tocaba con Juan Gabriel, cuyo testimonio del fedatario sirvió como prueba y demostrar la relación laboral con el artista.
En la junta Local de Conciliación capitalina en las negociaciones, en donde ambas partes obtengan algo y sacrifiquen algo, alguna vez, a cada uno de mis clientes ofrecieron 250 mil pesos, luego de cinco años de pleito, pero, decirle eso a su ex rom manager cuando su juicio vale más, pues por eso no hubo acuerdo. Aclara que no han pedido el 100 por ciento del valor de los asuntos, pero sí llegar a un “acuerdo honroso, a un justo medio”.
El litigante refiere que los laudos de los cinco casos saldrán una vez que las embajadas de América Latina y Estados Unidos, de todos los lugares donde trabajaron con Juan Gabriel contesten los oficios de si hubo relación de trabajo, prueba que sirve para retrasar los juicios al negar la relación de trabajo el patrón. Los mismo hicieron con el IMSS al que también le pidieron informe si a esos trabajadores lo tuvo inscritos Aguilera Valadez,” pero no van aparecer”, añade el abogado.
En una confesional Alberto Aguilera Valadez negó ser Juan Gabriel y que no era parte de Producciones Juan Gabriel SA de CV, a pesar de que el acta constitutiva lo acredita como representante y responsable de la sociedad. Con ello entra al terreno penal y “cree que está en un supra derecho y a él no se le debe aplicar a Ley Federal del Trabajo. No está mal asesorado, sino Juan Gabriel perdió el piso y la dimensión de las cosas”.
Y adelanta: “cuando salgan los laudos va a decir ‘debo no niego pago no tengo, y a ver cómo le haces, no tengo nada a mi nombre’, por eso todo va a pasar a lo penal, pero sabemos que sí tiene propiedad y en donde las tiene y les paga porque les paga. Aquí Juan Gabriel es un genio musical, compositor increíble, pero como empresario, el señor Alberto Aguilera aquí en México no hay ciudadanos de primera y de segunda y esclavos como en la Roma imperial y aquí la Ley Federal del Trabajo se le aplica a todos parejo”
Aunque se quejó del trato especial que recibió el divo y sus abogados de parte de las presidentas anteriores de las juntas 16 y 16 Junta Local de Conciliación y Arbitraje del DF, ya que los ayudaban descaradamente y “se ponían de tapete”, porque a todos los empleados de esas juntas les mandaba regalos a fin de año. Dijo que la televisión comercial lo ha intento poner a Juanga como una víctima, y que todo mundo se quiere aprovechar de él, lo cual no es cierto, aclaró.
Juan Gabriel tiene “mucho dinero y muchas propiedades, pero las ha puesto a nombre de los demás, pero le tenemos identificadas muchas cosas por el pago de impuestos, por los problemas con Hacienda. Para él no existe la ley, yo soy Juan Gabriel, yo lo puedo todo. Pero no es correcto hacia sus ex trabajadores”.