El gobierno capitalino reportó saldo blancos, luego de que terminó la movilización estudiantil por las diversas calles céntricas capitalinas. En su operativo participaron 7 mil policías que vigilaron el desarrollo de la marcha que afecto las principales arterias del centro citadino.
Aquel 2 de octubre “pudimos ver cómo los gobiernos priístas resuelven los conflictos asesinando a quienes se les oponen, pero también ese 2 de octubre quedó claro que más allá de la represión, está la dignidad de los estudiantes que no han parado de luchar”, expresó #YoSoy132 en voz de Paula Santoyo durante el mitin en la Plaza de la Constitución
“Hoy luchamos contra el regreso de ese régimen que manchó de sangre la Plaza de las Tres Culturas”, dijo.
Señaló que “como hace 44 años, hoy vemos a los militares en las calles. Se nos ha dicho que están ahí para cuidarnos, se nos ha restregado que su presencia busca la paz. ¡Qué gran mentira! Al igual que hace 44 años criminalizan la protesta social y a donde llegan la violencia se extiende; los muertos se cuentan por millares”.
Es el mismo “sistema corrupto, autoritario y represor”, que persigue a los luchadores sociales, y con la llegada de Peña Nieto a la presidencia se refuerza la ofensiva contra el pueblo de México, muestra de esta continuidad es la reforma laboral que se pretende imponer, sostuvo.
En este tenor también se pronunció Humberto Montes de Oca, del Sindicato Mexicano de Electricistas, y aseguró que los trabajadores y el pueblo de México unido no permitirán retrocesos en materia laboral.
Mientras la vanguardia encabezada por el Comité 68 marchó sobre el Eje Central hasta llegar al Zócalo capitalino, otro numeroso grupo partió desde Tlatelolco y caminó sobre Paseo de la Reforma para llegar hasta el recinto senatorial.
A este contingente se sumaron sobretodo estudiantes de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), algunos del Instituto Politécnico Nacional (IPN), organizaciones gremiales como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y un numeroso grupo de jóvenes anarquistas.
Frente al Senado lanzaron consignas contra la reforma laboral, el titular del Ejecutivo federal Felipe Calderón y el priísta Enrique Peña Nieto, así como contra los granaderos que cercaron la zona, quienes agredieron a los manifestantes e incluso emplearon gases lacrimógenos.
El contingente se dirigió posteriormente al Zócalo capitalino para participar en el mitin.
Raúl Álvarez Garín, líder histórico del comité 68, señaló que ésta es una marcha “de los indignados. De aquellos que han sido agraviados y que exigen justicia”, por lo que aseguró que un llamado a la próxima administración federal que encabezará Enrique Peña Nieto para que “escuchen la voz de Dios, que es la voz del pueblo”.