En la zona verde de la ciudad invaden pobres y ricos que, por mordidas y corrupción con autoridades del DF, perjudican y dañan, y se dejan de infiltrar al manto acuífero 340 mil metros cúbicos de agua de lluvia al año que servirían para atender a 300 mil familias. El jefe de gobierno, Marcelo Ebrard incumplió su compromiso de campaña de cero tolerancia para esos asentamientos e incluso los impulsó, provocando ecocidio en el área de conservación, principal pulmón verde de la ciudad, con ecosistemas naturales, flora y fauna silvestre.
Las leyes del Medio Ambiente, Desarrollo Urbano, de Agua, en la práctica, se incumplen en el suelo de conservación acusan ambientalistas, y, además, autoridades admiten la falta “instrumentos adecuados” para evitar esos asentamientos ilegales. Y los gobernantes del PRD que “se dicen de izquierda sin serlo, no les preocupa el futuro y tendrán que responderle a las próximas generaciones por el deterioro ecológico y ambiental ocasionado en la capital del país.
El Distrito Federal tienen una superficie total de 149 mil 900 hectáreas en dieciséis delegacionales, de las cuales el suelo urbano ocupado le corresponden 61 mil 458 hectáreas y al suelo de conservación 87 mil 310 hectáreas entre bosques, matorrales, uso agrícola y asentamientos humanos, en las jurisdicciones Alvaro Obregón, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Magdalenra Contreras, Milpa Alta, Tlalpan, Tláhuac y Xochimilco.
Desde 1986 que fue delimitada como Zona de Conservación Ecológica con los priístas, y en el 2000 que se crea el Programa General de Ordenamiento Ecológico del Distrito Federal (PGOEDF), como instrumento de política ambiental, con los perredistas, las autoridades del DF no han podido con el paquete de frenar el crecimiento urbano en esa zona.
En su trabajo Abastecimiento sustentable de agua para la ciudad de México: la recarga de sus acuífero, el investigador Fernando Menéndez Garza, asegura que la mancha urbana crece entre 200 y 300 hectáreas anualmente en la zona de conservación, por lo tanto, por cada metro cuadrado que se ocupa, en promedio se pierden para siempre 170 litros de agua de recarga anual al manto freático, es decir, 340 mil metros cúbicos de agua de lluvia que servirían para atender a 300 mil familias.
ASENTAMIENTOS IRREGULARES COMPITEN CON EL DERECHO AL MEDIO AMBIENTE
Para Miguel Angel Cancino Aguilar, procurador Ambiental y del Ordenamiento Territorial en el DF, el suelo de conservación defeño pierde anualmente 200 hectáreas por el crecimiento de la mancha urbana, aunque el tema uno, dijo, en entrevista, son los asentamientos humanos irregulares que más presionan en la zona y a la fecha se contabilizan 840, pero no pudo precisar la población ni la superficie ocupada.
El titular de la PAOT, señaló que “hay muchos asentamientos viejos y nuevos, ya espacio precario y hay algunas zonas de alto nivel; en algún momento los asentamientos irregulares compiten con el derecho a la vivienda y el derecho al medio ambiente, pero cuando hablas de grandes construcciones evidentemente pues ahí ya no, y están en Cuajimalpa, Xochimilco, Milpa Alta, quizá Tláhuac, en la zona poniente”.
Reconoció que los asentamientos ilegales se dan por “la dinámica de la propia ciudad, por el amparo de intereses políticos, la falta de instrumentos adecuados, tenemos que trabajar mucho y revisó la manera de resolver la problemática”. Desconoció el número de personas castigadas por las ocupaciones ilegales de suelo. Dijo que esas ocupaciones contaminen “de manera relevante” el manto freático del DF.
EN ZONA VERDE USOS DE SUELO HABITACIONAL, INDUSTRIAL Y COMERCIAL
Gustavo Alanis Ortega, presidente y director Ejecutivo del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) afirmó que el área verde del suelo de conservación desaparece paulatinamente, por la perversión política del PRI, en su momento, y del PRD ahora de promover los asentamientos irregulares en el suelo de conservación a cambio de votos, y “por intereses, se han cambiado usos de suelo a habitacional, industrial y comercial”.
Las invasiones ilegales hechas por ricos y pobres, que por parejo perjudican y dañan al medio ambiente, se realizan por “omisión, incapacidad, mordidas y corrupción” de las autoridades, indicó Alanís Ortega, quien, recordó el compromiso de campaña de Marcelo Ebrard de la “cero tolerancia con asentamientos irregulares y proteger el suelo de conservación”.
Alanís denuncia que en esa zona hay contaminación, perdida de área verde, arbolado, el tema es que “alguien que tenga los pantalones haga cumplir las Leyes del Medio Ambiente, de Desarrollo Urbano, de Agua que en la práctica no se cumplen”.
SUELO DE CONSERVACIÓN COMO BOTÍN POLÍTICO PERREDISTA
Por su parte, el ex diputado panista Rafael Calderón Jiménez, ex secretario de la Comisión de Desarrollo e Infraestructura Urbana en la ALDF, responsabiliza al gobierno del Distrito Federal y al PRD con sus diferentes tribus del crecimiento de la mancha urbana en el suelo de conservación al cual ven como “un botín político” para lucrar con él y tener beneficios político y votos.
Las autoridades del DF no han hecho nada para evitar los asentamientos irregulares, sino los promueven, y cuando se interpone una denuncia tardan mucho tiempo en revisarla o en hacer algo, con lo cual la genera derechos sobre los asentamientos, apuntó Calderón Jiménez. Admitió trabajar en el tema de la vivienda para ofrecerle a la gente un espacio en donde vivir, pero exigió castigo para quienes se dedican con un método específico a invadir suelo de conservación.
El legislador panista capitalino culpó a los gobernantes del PRD que “de dicen de izquierda, sin serlo” de provocar daño ecológico y ambiental al Distrito Federal, de lo cual tendrán que responder a las próximas generaciones. El futuro del DF no les preocupa el futuro y piensan nada más en los tres o seis años de sugestión y en sus aspiraciones políticas, añadió Calderón.
En Tlalpan, dijo, la mancha urbana creció 10 por ciento en esta última administración, por lo que el suelo de áreas naturales protegidas paso de 80 a 70 por ciento, “nada más hay que darse una vuelta por la carretera Picacho Ajusco, por la carretera libre a Cuernavaca, para darse cuenta de los innumerables asentamientos irregulares”. Recordó que hace algunos meses denunció y combatió en esa misma delegación una invasión en 30 hectáreas, y se lograron recuperar 25, ya que el resto generaron derechos.
Al señalar a autoridades delegacionales y del gobierno del DF de dedicarse a lucrar con el suelo de conservación ecológica, Calderón Jiménez opinó que Ebrard “comete ecocidio en el DF y es un peligro para la capital del país”.